martes, 21 de julio de 2009

Misión a caballo



La misión de Gobó está en la planicie de tierras arenosas cercana al río Logón, en el “pico de pato” del norte de Camerún, por lo que en la estación seca era fácil viajar por las rutas de tierra con la camioneta de la misión, o con la pequeña motocicleta, aunque a veces debido a la arena había que hacer grandes equilibrios para no ir al suelo. Pero no sucedía lo mismo en la zona montañosa de Maroua. Allí en las montañas habitadas por los “kirdis”, nombre despectivo que los musulmanes daban a los miembros de las diferentes tribus y etnias no-musulmanas, las comunicaciones eran más difíciles, y la llegada en vehículo a algunas aldeas imposible. Los misioneros para visitar las diferentes aldeas y pueblos de su misión tenían que utilizar los caballos. En la misión de Mokong había una comunidad espiritana, un padre francés, un joven laico cooperante espiritano y dos religiosas. Mokong está al pie de la montaña en la carretera que va de Maroua a Mokolo. El caballo era necesario como medio de transporte para ir a los poblados inaccesibles de la montaña, para llevar la Palabra de Dios, celebrar los sacramentos, visitar a los enfermos o tener una reunión con los catequistas.

viernes, 10 de julio de 2009

Coro parroquial

Cuando hablamos de un coro parroquial normalmente tenemos en la cabeza la imagen de un grupo de personas, hombres y mujeres, o sólo mujeres, con la partitura en las manos, vestidos de una forma especial, uniformados y dirigidos por el director del coro, para acompañar las celebraciones litúrgicas con sus cantos. Por lo que nos puede parecer rara la fotografía, pero efectivamente vemos en ella al coro de Dom Pya, los músicos que acompañaban con su tambores, flautas de cuernos de gacela, y cantos las celebraciones litúrgicas en la misión. ¡Qué ánimo ponían en su redoblar de tambores! ¡Qué liturgias tan vivas vivíamos allí! Las celebraciones se alargaban por causa de los cantos, pero a todos nos parecían cortas, pues tal era el ritmo, la música, y la alegría que eran auténticas fiestas las Misas que allí se celebraban.