miércoles, 29 de julio de 2015

El baobab


Aunque uno no haya estado en África, simplemente viendo la foto sabe que ese árbol tan original es un baobab. Como se suele decir parece un árbol invertido, como si las ramas fueran las raíces al aire libre y como que el tronco y ramas estuviesen bajo tierra. Según las leyendas africanas eso se debió a un castigo de los dioses por considerarse el árbol más bonito y bello de la creación. Es propio de zonas semiáridas africanas y por consiguiente se puede ver en diferentes lugares del norte de Camerún. Puede alcanzar los 25 metros de alto y el diámetro del tronco puede tener diez metros o más. Viven cientos de años en terrenos arenosos y semidesérticos y echan hojas y frutos en la estación de lluvias.
Desde el dintel de casa es bello ver la salida del sol que alumbra el nuevo día tras el centenario baobab y reflexionar sobre el paso del tiempo, los años que vivimos y a dónde vamos.

sábado, 18 de julio de 2015

El puente

“Si Boko Haram consigue destruir el puente principal de la carretera Maiduguri-Damaturu, los residentes de Maiduguri quedarán aislados, porque esta es la única vía que conecta la ciudad con el resto de Nigeria y por la que viajan cada día miles de viajeros” refiere a la Agencia Fides el p. Gedeón Obasogie, director de comunicaciones sociales de la Diócesis de Maiduguri, capital del estado de Borno. Esta noticia tomada hoy mismo de internet que nos habla de la dramática situación en que se encuentra más de un millón de personas de Maiduguri en el norte de Nigeria acosados por el terrorismo yihadista de Boko Haram me recuerda el aislamiento que vivíamos en el norte de Camerún en tiempos de la estación de lluvias de toda la región de Yagoua para acceder a la ciudad de Maroua y de allí al resto del país y del mundo. Entre Yagoua y Maroua existían dos carreteras de tierra batida sin asfaltar, la ruta más corta de unos 120 kilómetros pasaba por Moulvouday y Dargala pero no tenía ningún puente, solo estaba cimentado el lecho de los ríos para el paso de vehículos, pero en la estación de lluvias y sobre todo después de una fuerte tormenta los arroyos y ríos crecían y era imposible vadear el río con los coches; por lo que había que tomar la carretera más larga de unos 170 kilómetros que pasaba por Kalfou, Guidiguis, Lara y Mindif; por esa ruta acontecía lo mismo que por la anterior con los arroyos y pequeños ríos, pero había un puente para atravesar el río Tsanaga antes de llegar a la ciudad de Maroua, por lo que no quedábamos completamente aislados, aunque los viajes en tiempo de la estación de lluvias tenía muchos inconvenientes y problemas y había que esperar a veces horas para que las aguas de los ríos bajasen de nivel.