lunes, 29 de febrero de 2016

Fiesta del nuevo año Guisey




El año nuevo para los Guiseys del extremo norte de Camerún, como para los chinos, tiene lugar con la luna nueva del mes de febrero, y es ocasión de celebrar la fiesta más importante del año, donde se reúnen miles de personas de la región de Ardaf, en Noulda. Allí acuden para la fiesta no sólo los Guiseys del distrito de Gueré, sino también sus vecinos Massás de Yagoua, Wina de Viri, Museys de Gobó, tanto del Camerún como del otro lado de la frontera del Chad. Noulda fue un antepasado del pueblo Guisey que dio nombre a la actual aldea, y también a la fiesta principal de los Guiseys. Es una celebración de acción de gracias a Dios una vez finalizada la recogida de las cosechas, y que se ha almacenado el mijo en los graneros. Se celebra en plena estación seca, después de varios meses sin caer del cielo una gota de agua, y cuando comienza a subir el termómetro por encima de los 40º a la sombra, por lo que el movimiento de masas y las danzas al ritmo trepidante de los tambores, crea una atmósfera de polvo irrespirable. Estas fotografías de 1980 son ya documentos para la historia.

martes, 9 de febrero de 2016

Echando una red en el lago


Viendo estas fotografías de pescadores en el lago de Fianga, o en el río Logón en el norte del Camerún, recuerdo cuantas veces me parecía el paisaje y la forma de vida de los Museys, tan cercano de las escenas que nos relatan los evangelios sobre la vida de Jesús, de sus acciones, milagros y enseñanzas en parábolas; pues muchas de esas escenas del evangelio casi las podía contemplar al vivo delante de mí. Ante estas fotografías tomadas allí en enero de 1980 quiero recordar el texto del evangelio sobre la llamada de los primeros discípulos, que según San Marcos es: "Pasando junto al lago de Galilea vio a Simón y a su hermano Andrés que estaban echando una red en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: -Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en su barca repasando las redes, y en seguida los llamó; dejaron a su padre, Zebedeo, en la barca con los jornaleros y se marcharon con él."  (Mc. 1, 16-20).