lunes, 19 de abril de 2010

La boca de la luna

Nos puede sonar extraño el título "la boca de la luna", pero es la traducción literal de "vun tilla", en lengua Musey; pero lo que realmente significa es la "luna nueva", o mejor el "año nuevo", pues sólo se refiere con el término "vun tilla" a la fiesta del comienzo del año nuevo, que para los Museys se celebra al acabar la estación de lluvias, con la primera luna nueva del mes de octubre.
Hacía un año que estaba en el Norte del Camerún, y era la primera vez que iba a conocer y participar en esta fiesta del año nuevo. El día de la "vun tilla", el jefe religioso tradicional hace un ritual de oraciones, da gracias a Dios por los granos de la cosecha, vierte sobre la tierra en libación la cerveza de mijo, los seguidores animistas les traen gallinas y cabritos para el sacrificio, reciben la aspersión en señal de reconciliación y comienza la fiesta, gritan, cantan y festejan pues ha comenzado un año nuevo. Hay carreras de caballos, la chicas se engalanan, se bebe la cerveza de mijo, se canta y se baila durante todo el día, hasta la llegada de la noche cuando se puede contemplar por el oeste la boca de la luna, la "vun tilla".

lunes, 5 de abril de 2010

Capillas en las aldeas

Creo que nadie al ver esta fotografía creerá que eso es una capilla, un lugar de culto de una de las aldeas de la misión de Gobó en el norte del Camerún, pero ciertamente así es; solo que al final de la estación de lluvias, debido al viento y a las tormentas desaparecieron las sencillas paredes de caña de mijo. Allí estaban los catequistas cuando llegué en la motocicleta esperándome para la reunión con los catecúmenos y cristianos de la aldea y celebrar luego la Eucaristía. No todas las capillas estaban en ese estado lamentable, pero los materiales son frágiles, troncos de árboles, cañas de mijo, y paja seca de las yerbas de la sabana, y tras los meses de lluvias se deterioraban y había que reconstruirlas de nuevo. Por otra parte podemos decir que eran ilegales. Pues había que pedir la autorización gubernamental para tener un lugar de culto en cada aldea, aunque simplemente fuera para reunir a los cristianos y darles la catequesis, pero aunque esos pedidos se hicieran a la administración esta no respondía o no daba los permisos, puesto que la administración del norte del Camerún estaba en manos de los musulmanes, y sólo querían promocionar y expandir el islam por el país, e impedir el crecimiento de los católicos. La misión de Gobó tenía una veintena de aldeas en las que había cristianos bautizados y catecúmenos; pero sólo teníamos permiso para dos lugares de culto, cuando yo llegué en 1976, uno en Gobó y otro en Dom Pya; dos o tres años después conseguimos permiso para otras cuatro aldeas: Djelmé, Guiriou, Mongui y Galam.
Unos dos años antes de mi llegada la administración civil mandó quemar las pequeñas capillas construidas en las aldeas por los cristianos por no estar legalizadas.
Todos estos recuerdos me vienen ahora al conocer por las agencias de noticias que en el norte de Nigeria se han destruido en los últimos 4 años más de 300 iglesias, por la persecución que hay contra los cristianos por parte de los musulmanes. Además no dan permiso para construir nuevas iglesias, y los cristianos son discriminados en los empleos. Mientras esto sucede en varios países de África, Asia y otras partes del mundo, de persecución contra los cristianos, aquí en Córdoba un grupo de musulmanes entran en la iglesia catedral para realizar un culto musulmán provocativo, en la que se liaron a palos con los guardias de seguridad y hubo heridos.