jueves, 22 de marzo de 2012

Domingo de Ramos

El domingo de Ramos conmemoramos los cristianos la entrada triunfal del Señor Jesús en Jerusalén, y antes de la celebración de la Eucaristía se hace la bendición de los ramos y procesión hasta la iglesia donde se va a celebrar.   Es una celebración alegre y bulliciosa, sobre todo por los niños que llevan sus ramos de olivos o palmas, recordando a los niños hebreos que salieron al encuentro del Señor, aclamando "¡Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo!".
A principios de abril de 1977, justamente se cumplía el primer año de mi llegada a la misión de Gobó, viví uno de los domingos de Ramos más jubiloso y alegre de los que he vivido. Ese día unas horas antes de la celebración de la Eucaristía comenzaron a llegar los cristianos y catecúmenos de las diferentes aldeas de la misión a Gobó, pero todos los grupos venían desde sus aldeas de origen, algunas a más de 10 o 15 kilómetros, cantando y bailando, y con ramos de diferentes árboles en las manos, acompañados con tambores y flautas.
Desde lejos se oían sus cantos religiosos, que invitaban a otros a que se unieran a ellos camino de la misión. Los que venían del sector de Dom, de las aldeas de Dom Chamdum, Dom Chantoko, Dom Pya y Dom Suluku, traían además un burrino, animal un poco raro en esa zona del Camerún, y sobre el pollino un niño en representación de Jesús.

                                  

 Cuando llegaron los cristianos de las diferentes aldeas, hicimos en la explanada de la misión y bajo un gran árbol la bendición de los ramos, se proclamó el evangelio de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, y nos dirigimos en procesión a la iglesia, o mejor al área sagrada, pues era un terreno al aire libre, en el que solo estaba cubierto con chapa la zona del altar.



Ese día estaba con nosotros el obispo de la diócesis, monseñor Luis Charpenet, era su segunda y última visita pastoral a la misión de Gobó, pues nueve meses más tarde murió de un infarto.
(Podéis, utilizando el buscador, ver anteriores entradas tituladas "semana santa en Camerún" y "visita pastoral")

viernes, 2 de marzo de 2012

Alfabetización de adultos

Como ya he escrito en otros capítulos anteriores de mis memorias de África, en la misión del Gobó en el Norte de Camerún no teníamos escuelas para niños, cosa rara pues en casi todas las misiones existía, es más, muchas de ellas comenzaron por las escuelas que fueron el fundamento para la misión, el anuncio del Evangelio y la implantación de la iglesia.
En Gobó se comenzó por el molino, y por un pequeño grupo de catecúmenos que se bautizaron en la misión de Djougoumta, que fue la misión madre para los Museys.
Y no había escuelas para niños porque la Administración civil no concedió los permisos porque decía que ya había escuelas públicas en Gobó.
Como el porcentaje de analfabetismo era elevadísimo, pues solo sabían leer y escribir los niños y parte de la juventud, pero casi ningún adulto, preparamos en la misión a un grupo de catequistas y jóvenes voluntarios para que fueran los maestros en las diferentes aldeas de la misión y enseñaran lo básico de francés, a leer y escribir a las personas adultas interesadas en aprender y prosperar.
Teníamos muy pocos medios pero había una gran voluntad por parte de todos. La misión compró la madera e hicimos los encerados. (Ver capítulo anterior "haciendo tableros"). También los cuadernos y lápices. Sor Lorraine preparó a los jóvenes voluntarios que serían los maestros en sus aldeas. Ellos dedicaron su tiempo y trabajo gratuitamente para ayudar a sus convecinos. Y los jóvenes y adultos que querían aprender a leer y escribir y a hablar francés cada tarde se reunían después de una jornada de trabajo para las aulas al aire libre, bajo la sombra de un árbol.
Muchos de ellos aprendieron a hablar francés, a leer y escribir, incluso algunos se prepararon para ser catequistas. También eso era pastoral social. Seguro que hoy día, 35 años después, sus hijos y nietos, habrán tenido una mejor educación y habrán podido llegar hasta la universidad, y tener una vida mejor.