sábado, 30 de enero de 2016

Perforando un nuevo pozo


En la misión de Gobó teníamos un pozo para el abastecimiento de agua del hospital y de las casas de la misión, de unos 18 metros de profundidad que había hecho el P. Jean Savoie, mi antecesor en la misión. Normalmente daba agua suficiente para el abastecimiento de la misión; pero con la instalación de la bomba manual y el incremento del consumo de agua, sobre todo con el hospital, resultaba que en los largos meses de la estación seca, venía a faltar el agua, el pozo no manaba lo suficiente. Así que decidimos perforar un nuevo pozo, una vez que con ayuda de Misereor la diócesis de Yagoua estaba haciendo pozos en diferentes lugares de la región, aunque la misión tenía que poner los obreros y los materiales para la construcción, pero Misereor ponía al personal técnico y la maquinaria para la perforación. Allí mismo junto al otro pozo se perforó el nuevo, pues era el lugar más apto donde se cruzaban dos venas de agua, pero haciéndolo más profundo para que hubiese más abundancia de agua, y a pesar de los ocho meses de la estación seca no quedarnos sin agua. Sobre este tema de mis memorias de África ya escribí otros post que podéis recordar: los depósitos de agua, el pozo de la misión, y un nuevo depósito.

miércoles, 20 de enero de 2016

Construcción de una nueva casa en la misión







A comienzos del año 1980 nos pusimos a construir una nueva casa en la misión de Gobó que sirviera como salón comedor y sala de encuentro o recibidor para las personas que llegaban a la misión. Como todas las otras casas que teníamos en la misión, decidimos hacerla con materiales sencillos y adaptados al medio rural donde estábamos, y por consiguiente nada de edificio de muros en cemento y techos de tejas, sino de simples ladrillos de adobe o barro secados al sol, de paredes circulares en forma de choza africana y techos de paja. Eso sí, mejorando la construcción con cimientos y suelo de cemento, puerta de madera y chapa, ventanas con cristales, y armazón de hierro y madera para el techo. Una obra sencilla y barata, adaptada al clima tórrido del norte de Camerún, y que ha durado a lo largo de los años, pues treinta y seis años después todavía existe esa casa en la misión de Gobó según se puede ver por google earth.