martes, 15 de diciembre de 2015

Formación de catequistas

Una de los trabajos pastorales más importante en las misiones es la formación de los catequistas, hombres y mujeres sobre todo jóvenes, que voluntariamente se comprometen a educar en la fe cristiana a los niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas que se acercan a la misión y quieren hacerse cristianos y recibir el sacramento del bautismo. En la misión de Gobó teníamos unos 40 catequistas para atender gran parte de las aldeas de la región, ellos conocían bien a su gente, sus tradiciones y sobre todo su lengua, y podían transmitirle la fe en Dios, anunciarles el Evangelio de Jesucristo como Salvador, y enseñarles lo principal de la fe cristiana. Reunían una vez a la semana a los catecúmenos y cristianos a la sobra de un gran árbol para enseñarles el Evangelio y darles la catequesis, y además el domingo si no podían venir la gente a la misión de Gobó o a la capilla de Dom Pya, ellos mismos dirigían la celebración del culto para la gente de su aldea.
Cada año teníamos en la misión cursos de formación de catequistas que duraban varios días. En la foto varios de ellos, hombres y mujeres en la iglesia de Gobó, o mejor un área sagrada en el que solo el altar estaba bajo techo de chapa y la gente estaba al aire libre bajo la sombra de los árboles allí plantados para ese fin, los bancos de la iglesia se pueden ver bien, unos bloques de cemento sobre la arena del suelo.

martes, 20 de octubre de 2015

Año nuevo en la playa


Siguiendo contando mis recuerdos en África entre 1975 y 1981, llegamos a principios de año de 1980. Tras las celebraciones de las fiestas de Navidad y para salir un poco del trabajo ordinario de la misión, la tarde del principio del nuevo año nos acercamos a las orillas del río Logone, que marca la frontera con el vecino Chad, para darnos un refrescante baño en el río, mientras en Europa la gente se abriga contra el frío o va a disfrutar de la nieve. Pero la playa del Logone no es la de Copacabana o la de cualquier otro lugar turístico abarrotada de gente tomando el sol, sino una playa casi desértica, en la que solo están los pescadores en sus canoas procurando coger algunos peces para alimentar a la familia, algún niño que está guardando el ganado y que se acerca al agua a darse una zambullida, o los animales domésticos o salvajes que se acercan a abrevar y apagar la sed del calor de la estación seca. Tarde de año nuevo, tarde de relax y descanso en las aguas cálidas del Logone, mirando al horizonte del nuevo año 1980. Quiera Dios que sea un buen año. 

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Los amigos del mundo


En la misión de Gobó teníamos también el grupo de niños llamado "Cop-monde", abreviatura de "copains-du-monde", que pertenecía al movimiento cristiano de la Acción Católica de la Infancia, que había sido fundando en Francia en 1936, y bastantes años después reconocido por los obispos y extendido por varios países africanos. Podían pertenecer a los "Cop-monde" los niños y niñas entre los 6 y los 14 años que querían seguir y tener como modelo a Jesús. Dentro del movimiento de "cop-monde" y según la edad estaban: las ardillas (entre 6 y 8 años), los antílopes (entre 9 y 11 años) y los leones (entre 12 y 14 años). Cada grupo tenía como responsable a un joven acompañante que los reunía, les hacía reflexionar sobre diversos temas de la vida, les enseñaba juegos, danzas, y preparaba actuaciones como esta del día de Navidad de 1979 a la salida de la iglesia. Aunque era un movimiento cristiano de niños, también podían hacer parte de él niños paganos y musulmanes.

martes, 11 de agosto de 2015

Jóvenes guerreros Museys



Al final de la estación de lluvias en el norte del Camerún, es decir a últimos del mes de septiembre y principios de octubre, según los años, podemos ver por las carreteras o mejor por los caminos llenos de barro de las últimas lluvias, a diferentes grupos de jóvenes guerreros con sus atuendos tradicionales, camino del lugar donde se van a enfrentar a otros jóvenes guerreros Museis, y después de la lucha, llevarse el premio de los aplausos y yu-yus de las jóvenes admiradoras si han sido los vencedores; o irse tristes y medio avergonzados si han fracasado en el combate y esperar un nuevo enfrentamiento de lucha cuerpo a cuerpo y ser los vencedores en la próxima batalla. Para ese enfrentamiento de lucha tradicional Musey han estado preparándose durante los meses de la estación de lluvias, fuera de las aldeas, cuidando de las vacas y entrenándose para el combate, alimentándose de la leche y nata de las vacas y de lo que han conseguido robar en las aldeas vecinas, por eso los podemos ver gruesos y con cuerpos atléticos, mientras las demás personas de las aldeas han vivido la escasez de alimentos y han tenido que soportar los trabajos duros de la agricultura de la estación de lluvias.


miércoles, 29 de julio de 2015

El baobab


Aunque uno no haya estado en África, simplemente viendo la foto sabe que ese árbol tan original es un baobab. Como se suele decir parece un árbol invertido, como si las ramas fueran las raíces al aire libre y como que el tronco y ramas estuviesen bajo tierra. Según las leyendas africanas eso se debió a un castigo de los dioses por considerarse el árbol más bonito y bello de la creación. Es propio de zonas semiáridas africanas y por consiguiente se puede ver en diferentes lugares del norte de Camerún. Puede alcanzar los 25 metros de alto y el diámetro del tronco puede tener diez metros o más. Viven cientos de años en terrenos arenosos y semidesérticos y echan hojas y frutos en la estación de lluvias.
Desde el dintel de casa es bello ver la salida del sol que alumbra el nuevo día tras el centenario baobab y reflexionar sobre el paso del tiempo, los años que vivimos y a dónde vamos.

sábado, 18 de julio de 2015

El puente

“Si Boko Haram consigue destruir el puente principal de la carretera Maiduguri-Damaturu, los residentes de Maiduguri quedarán aislados, porque esta es la única vía que conecta la ciudad con el resto de Nigeria y por la que viajan cada día miles de viajeros” refiere a la Agencia Fides el p. Gedeón Obasogie, director de comunicaciones sociales de la Diócesis de Maiduguri, capital del estado de Borno. Esta noticia tomada hoy mismo de internet que nos habla de la dramática situación en que se encuentra más de un millón de personas de Maiduguri en el norte de Nigeria acosados por el terrorismo yihadista de Boko Haram me recuerda el aislamiento que vivíamos en el norte de Camerún en tiempos de la estación de lluvias de toda la región de Yagoua para acceder a la ciudad de Maroua y de allí al resto del país y del mundo. Entre Yagoua y Maroua existían dos carreteras de tierra batida sin asfaltar, la ruta más corta de unos 120 kilómetros pasaba por Moulvouday y Dargala pero no tenía ningún puente, solo estaba cimentado el lecho de los ríos para el paso de vehículos, pero en la estación de lluvias y sobre todo después de una fuerte tormenta los arroyos y ríos crecían y era imposible vadear el río con los coches; por lo que había que tomar la carretera más larga de unos 170 kilómetros que pasaba por Kalfou, Guidiguis, Lara y Mindif; por esa ruta acontecía lo mismo que por la anterior con los arroyos y pequeños ríos, pero había un puente para atravesar el río Tsanaga antes de llegar a la ciudad de Maroua, por lo que no quedábamos completamente aislados, aunque los viajes en tiempo de la estación de lluvias tenía muchos inconvenientes y problemas y había que esperar a veces horas para que las aguas de los ríos bajasen de nivel.

martes, 23 de junio de 2015

La plaga de langostas


Recuerdo de pequeño cuando en la catequesis me hablaron de las plagas de Egipto que Dios envió contra el Faraón para que dejara salir a Moisés con su pueblo Israel y fuera un pueblo libre, de la plaga de langostas que yo ni me la imaginaba, pues todos los veranos veía saltamontes o langostas por mi tierra extremeña, que a veces iba a cogerlos para darle comida a los cernícalos que teníamos en una jaula. Pero años después en el norte de Camerún supe lo que era una plaga de langostas del desierto, que aunque duraba sólo unos días suponía una gran devastación para la agricultura, los campos de cultivo y las cosechas; con las terribles consecuencias de la hambruna para una gran región por donde pasaban. Eran millones de insectos herbívoros que caían de repente sobre los campos de cultivo, sobre todo de los cereales como el mijo o el sorgo y que devoraban todo, no pudiéndose hacer nada para impedirlo. Esta plaga llegó a finales de noviembre de 1979, y gracias a Dios por esa fecha ya estaban los campos de mijo cosechado, pero arrasaron con todo lo que estaba verde. Lo único positivo de una plaga así era que la gente salía a cogerlas para luego freirlas y comerlas, aunque creo no eran muy digestivas pues si comían muchas les producía malestar de estómago y diarreas.
El texto del Éxodo dice lo siguiente: "La langosta invadió todo el país de Egipto, y se posó en todo el territorio egipcio, en cantidad tan grande como nunca había habido antes tal plaga de langosta ni la habría después. Cubrieron toda la superficie del país, hasta oscurecer la tierra; comieron toda la hierba del país y todos los frutos de los árboles que el granizo había dejado; no quedó nada verde ni en los árboles ni en las hierbas del campo en toda la tierra de Egipto." Ex.10,14-15.

sábado, 13 de junio de 2015

El ramadán y la oración

En la foto vemos a esos niños sentados en la arena preparándose para el comienzo de la oración en la fiesta del fin del ramadán en el norte de Camerún. El ramadán, el mes de ayuno de los musulmanes, es uno de los pilares esenciales del Islam. Ya he escrito sobre esto en otros artículos: "el fin del Ramadán", "fiesta musulmana Id-al-Adha", y "musulmanes en oración". Otro de los pilares básicos del Islam es la oración. La oración o plegaria musulmana se realiza cinco veces al día: al alba, antes de la salida del sol, al mediodía, por la tarde, después de la puesta del sol y por la noche. Los musulmanes cuando hacen la oración se ponen mirando hacia la Meca, hacen las abluciones rituales lavándose la cara, cabeza, manos y pies y a falta de agua como sucedía muchas veces en el norte del Camerún y en zonas del Sahel o del desierto, se hacen las abluciones con arena. Hay que estar descalzos y normalmente se hace sobre una esterilla, alfombra o un trozo de tela. Se recitan versículos del Corán, el libro sagrado del Islam, y formulas esteriotipadas de oración, acompañado de gestos con las manos e inclinaciones del cuerpo, inclinándose hasta tocar  con la cabeza el suelo. No se necesita ir a la mezquita para hacer la oración, por lo que es normal ver en plazas, jardines, calles e incluso al borde de la carretera a gente haciendo la oración correspondiente a ciertas horas del día.

miércoles, 27 de mayo de 2015

El lamidó


La palabra lamidó no existe en español, proviene del fufuldé, la lengua de los fulbés o fulani del África central. En singular laamiido y en plural laamiibe, y significa jefe o caudillo, una especie de emir del mundo árabe. En el norte del Camerún existen varios lamidatos musulmanes, especies de pequeños reinos que fueron originados hace ya unos siglos con la llegada de los fulbés al norte de Camerún. Entre los más famosos históricamente y por la atracción turística que hoy ejercen están los de Rey-Bouba, Garoua, Ngaounderé, Maroua, Mokolo, Kaelé, Koza, Mindif, Bogo, Yagoua, etc...
El poder colonial se valió de esos reyezuelos musulmanes para dominar la región y someter a la población. Con la independencia, el presidente Ahidjo, que era también del norte del país y musulmán se apoyó en ellos para mantener la unidad de la nación y gobernar más fácilmente la región, favoreciendo el poder musulmán en todo el norte del Camerún a través de esos reyezuelos. Los lamidatos ejercían un poder intermedio entre la Administración civil del Estado y la población. Los lamidós tenían autoridad para resolver los problemas de justicia a nivel tradicional, ejerciendo como jueces tradicionales. En Gobó la autoridad era el jefe de cantón, digamos un segundo escalón debajo del lamidó. Cuando salía de su palacio iba acompañado por los griots, músicos con tambores, clarines y trompetas, que le abrían camino, y llamaba la atención de la gente por la comparsa que le acompañaba, además de su guardia personal, hombres armados a caballo para su defensa y protección.

miércoles, 13 de mayo de 2015

El marabout o morabito

El marabout en francés o morabito en español es una palabra derivada del árabe que quiere decir ermitaño, y hace referencia a un líder religioso musulmán como jefe de una cofradía en torno al cual se reúnen un grupo de discípulos al que le deben obediencia y que trabajan voluntariamente para él.
El morabito africano hace una lectura esotérica del Corán, y utiliza un sistema de numerología, parecido a la cábala judía, para dar respuestas a los numerosos fieles que vienen a consultarle sobre diversos problemas de la vida, como las salud, el amor, el dinero, el trabajo o el futuro que le espera en la vida. Al que le consulta le lee o recita algunos versículos del Corán, hace invocaciones a los genios o espíritus del bien y le da sus bendiciones. En muchos lugares el morabito africano es considerado como un adivino, vidente o curandero, e incluso puede ser tenido como una especie de brujo o hechicero.

jueves, 23 de abril de 2015

A las orillas del lago Fianga


Cuando iba a la misión de Djougoumta donde estaban Fernando y Teresa, y las misioneras espiritanas, me gustaba acercarme al caer la tarde a las orillas del lago Fianga o de Ardaf, pues la vista de las aguas rompía la monotonía de la sabana seca, y se respiraba un poco más de frescor. Además para intentar ver algún hipopótamo de los muchos que poblaban sus aguas. También a la caída de la tarde era el momento en que las mujeres con sus cántaros, calabazas o baldes se acercaban a buscar el agua para llevar a sus casas, y al mismo tiempo aprovechaban para tomar un baño, como así mismo lo hacían los críos jugando con el agua. Los pescadores en rudimentarias canoas fabricadas por ellos mismos, ahuecando el tronco de un árbol con el hacha a base de miles de golpes, se aventuraban a meterse en medio del lago, sorteando los hipopótamos, para lanzar sus redes y conseguir algunos peces con los que dar de comer a sus familias, o venderlos en los mercados de la región. 

miércoles, 8 de abril de 2015

Camuflaje

A primer golpe de vista la fotografía nos puede parecer una imagen de primavera de un bello jardín, está tomada en la misión de Djougoumta en el norte del Camerún junto a las casas de las hermanas espiritanas a finales de la estación de lluvias, y en medio de las flores vemos camuflado a un camaleón.
El camaleón es un reptil, del tamaño de un pequeño lagarto, con unas características muy propias, como son el cambio de color según las circunstancias que le rodean, lo que hace que se camufle muy fácilmente, sobre todo si se ve atacado o en peligro. Tiene una lengua alargada y muy larga que proyecta muy rápidamente para alcanzar a sus presas como son todo tipo de insectos. Los ojos se mueven independientemente el uno del otro en todas las direcciones. Tiene una cola prensil, como los monos, para asirse a las ramas de los árboles; su andar es muy lento y reposado, parece que piensa antes de dar un paso en falso. Suele vivir en solitario, y puede morder cuando se le provoca. Abunda por toda el África. En el norte del Camerún se le consideraba como un animal medio sagrado, al que se le tenía mucho respeto y miedo, tal vez por esas características y poder de cambiar de color. También estaba presente en muchos de los cuentos y tradiciones populares como personaje misterioso. 

martes, 24 de marzo de 2015

La estación de lluvias

La fotografía nos puede parecer idílica, una oca con sus patitos en el agua, a la orilla de un lago de aguas tranquilas en las que se refleja la naturaleza circundante, árboles, campos de maíz o mejor de mijo, cielo azul intenso poblado de nubes blancas... pero no, no esa la escena bucólica que nos imaginamos; en realidad es una carretera rural en el norte del Camerún en los meses de la estación de lluvias, y lo que nos puede parecer bonito y bucólico desde aquí, allí era un grave problema para las comunicaciones y desplazamientos, lo que nos obligaba a quedarnos aislados en la misión de Gobó, durante semanas y a veces meses. Sólo algunos camiones abarrotados de mercancías y de viajeros se arriesgaban a hacer el viaje para abastecer el mercado y los comercios; y en caso de atasco entre todos los viajeros y a base de esfuerzo poder salir del atolladero. Para nosotros en la misión la otra alternativa para poder salir de nuestro aislamiento y por lo menos ir a comprar el pan para toda la semana y llevar el correo a Yagoua o recoger las cartas que llegaban, era utilizar la motocicleta, ir bordeando los charcos de agua y lagunas, buscar senderos y caminos en medios de los campos de cultivo y muchas veces meternos en medio del barro. Eran horas de viaje para hacer unas decenas de kilómetros a veces con barro hasta las rodillas empujando la motocicleta y llegábamos a casa cansados y sudorosos y con ganas de que llegara la estación seca. 

lunes, 9 de marzo de 2015

Tumba en campo de algodón


Aunque no se aprecia mucho en la fotografía la tumba musey, podemos ver un campo de cultivo de algodón en el Extremo Norte de Camerún junto a la aldea de Dom Tchandung en el mes de julio, en tiempo de la estación de lluvias, cuando se pueden cultivar los campos, pues el agua ha empapado la tierra, y los agricultores pueden hacer los surcos con sus pequeñas azadas, y sembrar las semillas de algodón, del mijo o de otros cereales. Pero allí en medio del campo de cultivo, y cerca de la aldea, cuyas primeras chozas se ven en lontananza, encontramos la tumba de un guerrero musey. Pues sólo a un guerrero, o a un hombre valeroso que ha podido matar a grandes animales salvajes como leones, elefantes, hipopótamos, o antílopes se le hace una tumba de esa manera, cortando árboles de la sabana y colocando los troncos clavados en la tierra alrededor de la tumba. ¡Qué bello lugar para descansar en medio de un campo de algodón! 

sábado, 21 de febrero de 2015

Rumsiki bajo las bombas

Aunque escribo sobre mis memorias de África, concretamente de los años entre 1975 y 1981 que viví en el norte de Camerún como misionero en la diócesis de Yagoua, y que voy comentando las fotografías que allí hice en aquel tiempo, sin embargo hoy viendo esta de los montes Mandaras, lugar de turismo internacional por la belleza del paisaje, de los montes Kapsikis y Rumsiki, formaciones de basalto, rocas como dedos que apuntan al cielo, símbolos fálicos y en cierta medida montañas sagradas para las poblaciones paganas del lugar; sin embargo por las noticias que nos llegan desde Maroua, y que casi no se dan a conocer por los medios de comunicación social, hay que decir que hoy toda esta región se encuentra en estado de guerra, desde que el grupo terrorista yihadista de Boko Haram ha comenzado a actuar allí para apoderarse de la región.
Boko Haram existe desde hace unos trece años, en 2004 comenzó su escalada de violencia en Nigeria en los estados de Borno y de Adamawa, y luego ha extendido su acción terrorista al norte de Camerún, Chad e incluso Níger. Solo en estos últimos 5 años han asesinado a más de 15000 personas civiles. El año pasado han declarado la creación de un nuevo califato para la región con capital en Gwoza a varias decenas de kilómetros de Rumsiki al otro lado de la frontera. Han realizado más de 120 incursiones mortíferas en los últimos seis meses en territorio camerunés. Han secuestrado a misioneros en Camerún, a familias de turistas franceses, a trabajadores chinos, y a decenas de niños y niñas para convertirlos en niños soldados y esclavas sexuales de sus guerrilleros. Han arrasado pueblos y barrios de ciudades, quemando las casas, graneros y campos de cultivo; han violado a las mujeres, decapitado a los hombres, han sembrado por todas partes muerte y dolor, con su fanatismo yihadista y odio a todo lo que no sea el islam según ellos lo entienden. Todo ello ha provocado la huida de la gente de sus aldeas y el abandono de sus campos de cultivo. Hay miles de refugiados que han llegado a otros pueblos o ciudades del interior sólo con lo puesto. En el campo de refugiados de Minawao en poco tiempo se ha pasado a más de 35000 refugiados. ¿Cómo alimentar, dar de beber, acoger, dar un techo a tantos miles de personas? El turismo ha desaparecido de la zona, ya no son atractivos los paisajes lunares de los montes Kapsikis, y las televisiones y la prensa en general no hacen ninguna campaña de movilización como vimos con los ataques de París, cuando ahora son millares de pobres de Nigeria y Camerún que mueren degollados por los yihadistas de Boko Haram.

jueves, 5 de febrero de 2015

Los Kirdis de la montaña


La palabra Kirdi no hace referencia a una etnia concreta, ni a una tribu. Es una palabra de origen árabe que quiere decir infiel y que los musulmanes peuls utilizan para designar de forma peyorativa a todas las etnias no musulmanas del norte de Camerún. Los peuls fueron invasores que vinieron de Nigeria con sus rebaños de vacas y se fueron implantando por todo el norte de Camerún. Las tribus de las montañas de Mora, montes Mandara, etc. rechazaron la invasión y la consecuente islamización y de ahí el nombre peyorativo de Kirdis, es decir de infieles paganos. Bajo el nombre de Kirdis están un grupo numeroso de etnias, algunas minoritarias pero otras con miles de personas, entre ellas podemos citar a los Mofús, Mafás, Madas, Podokwos, Kapsikis, Zulgos, Uldemés, Mundangs, Tupurís, Guizigas, Masás, Museys...
Los Kirdis tradicionalmente son agricultores, que cultivan el mijo en terrazas de la montaña entre rocas y peñascos, y ganaderos con pequeños rebaños de cabras, ovejas y vacas. También hay artesanos, como herreros, carpinteros, curtidores de pieles, alfareros... Si el Islam fue rechazado por los Kirdis por su carácter invasor y de repudiar las creencias religiosas tradicionales, no sucedió lo mismo con el cristianismo y sobre todo después de la labor misionera de Babá Simon, hoy venerable y en proceso de beatificación y conocido como el padre de los Kirdis. En estos últimos cuarenta años, tras la muerte de Babá Simon, la semillas del Evangelio sembrada en las montañas de los Kirdis, ha ido creciendo y dando sus frutos. Hoy un nuevo peligro asola toda la región, y es la presencia de los yihadistas de Boko Haram que procedentes de Nigeria quieren establecer un nuevo califato musulmán por la fuerza de las armas de fuego. 

sábado, 17 de enero de 2015

Iglesia destruida


Aunque escuchamos estos días en las noticias de los medios de comunicación social la destrucción de iglesias cristianas, algunas de ellas con siglos de existencia, en países como Irak, Siria, Egipto, Pakistán, India, Nigeria, etc... sin embargo la destrucción de la iglesia que vemos en las fotos no se debió a fanáticos musulmanes o hindúes sino a un tornado en los primeros días de la estación de lluvias, a finales de abril de 1979. Era la iglesia de Dom Pya, un sector de la misión de Gobó en la diócesis de Yagoua en el norte del Camerún. Había sido construida unos años antes por los fieles cristianos y catecúmenos de la misión con ayuda económica de fuera, ellos realizaron los trabajos de hacer los ladrillos de adobe, levantar los muros, poner la mano de obra, y de fuera llegó el dinero para comprar la madera y las chapas onduladas para cubrirla. Era la nueva iglesia del pueblo de la que se sentían muy orgullosos, después de haber sido destruida la primera que hicieron de adobe y techo de paja, y que quemaron las autoridades musulmanas de la región con el pretexto de que no tenían licencia de construcción. Hubo que esperar unos años celebrando la Eucaristía bajo los árboles antes de que concedieran el permiso de construcción. Ahora por causa del tornado la comunidad de Dom Pya se volvía a encontrar en la misma situación, sin un lugar de culto donde celebrar los sacramentos. De nuevo los fieles cristianos tenían que reunirse a la sombra de un gran árbol para la catequesis y celebraciones religiosas. Al año siguiente se construiría una nueva iglesia, que hoy 35 años después se encuentra en peligro de ser de nuevo destruida por los fanáticos musulmanes de Boko Haran, y que los fieles cristianos sean degollados, o tengan que huir de su propia tierra.