viernes, 23 de mayo de 2014

Deportes favoritos: la lucha



La lucha es uno de los deportes más antiguo de la humanidad, que se ha practicado en todos los pueblos y regiones de la tierra. Es el deporte favorito de los jóvenes de diferentes tribus del norte de Camerún. Por eso en la escuela de Djougounta los niños practicaban esos deportes de lucha, como en nuestras escuelas se dedican al futbol o al baloncesto. Básicamente había dos tipos de lucha tradicional: la llamada lucha massá, o tupuri, o musey, según el nombre de la tribu que la practica, y la lucha a bastonazos o duelo a garrotazos. La llamada lucha massá es una lucha tradicional entre dos combatientes, cuerpo a cuerpo, en que se intenta derribar al suelo al contrario, que tiene sus normas y reglas con lo que se puede hacer y lo que está prohibido, y tiene un juez de la lucha al lado para separar a los combatientes y determinar quien es el vencedor. Además pueden luchar en equipos, enfrentándose varias parejas al mismo tiempo.
La lucha a bastonazos es un deporte guerrero, es una preparación para la guerra, para dar la batalla a los enemigos, estar en forma y preparados para combatir en caso de ataque de un grupo rival o para atacar a los enemigos. Estas situaciones a veces se producen en las aldeas por causa de robos de animales, raptos de mujeres para el matrimonio, invasión de tierras, destrozos de cultivos, venganzas, etc. 

martes, 13 de mayo de 2014

Actividades extraescolares


En la misión de Djougounta, en la que estaba el P. Fernando Corazón, había una escuela primaria dirigida por las hermanas espiritanas francesas, a la que asistían cientos de niños y niñas guiseys de la región y que tenían profesores nativos locales y por consiguiente bien conocedores de su tierra y de sus gentes, de la forma de vida de los guiseys, de la agricultura, ganadería y pesca a la que se dedicaban, de sus tradiciones, costumbres, esperanzas y deseos de un cambio de vida mejor.
Muchos de esos niños tras el paso por la escuela católica de la misión, accederían a la enseñanza secundaria o profesional en Yagoua, e incluso algunos llegarían a realizar los estudios universitarios en Maroua, Garoua, Yaoundé o Douala; pero la mayoría se quedarían en sus aldeas y poblados guiseys del norte de Camerún. Por eso, mirando al futuro de la mayoría de ellos que serían agricultores como sus padres, se realizaba en la escuela de la misión actividades extraescolares para que aprendieran nuevas formas de cultivo, tratamiento y selección de semillas, cultivo de hortalizas, preparación de viveros y pequeñas huertas, riego y protección del sol de las plantas, recolección del algodón y preparación del producto para la venta, etc.. La escuela no solo miraba a la educación intelectual de los alumnos, sino también a mejorar la vida que esos niños iban a vivir de mayores en sus aldeas. A veces la escuela en África solo ha servido para que los jóvenes abandonen sus aldeas y hayan emigrado a los suburbios de las grandes ciudades, donde solo han encontrado paro y miseria.