viernes, 26 de diciembre de 2014

Plantación de tabaco

En plena estación seca después de varios meses sin llover y con el termómetro por encima de los cuarenta grados centígrados, algún que otro domingo por la tarde aprovechábamos para acercarnos a la orilla del río Logón, que hace de frontera entre el Camerún y el Chad, a una treintena de kilómetros de Gobó, y darnos allí un baño, pero con ojos bien abiertos, pues era una zona en la que había hipopótamos. Con los meses de sequía, el nivel del río bajaba considerablemente, como se puede apreciar en las fotografías, y aparecían idílicas playas de arena, casi solitarias, a las que solo se acercaban los rebaños de vacas para abrevar, conducidas por  los niños pastores que se ocupaban del ganado. Allí junto al río Logón unos campesinos massás habían hecho un pequeño huerto plantando tabaco, lugar ideal por el clima cálido de la estación seca, terreno arenoso y arcilloso, y tener relativamente cercana el agua del río, para regarlo todos los días. De ahí sacarían unas buenas hojas de tabaco que luego secarían y elaborarían para venderlo en el mercado  local o para consumirlo entre todos los vecinos de la aldea de Bastepé a lo largo del año, sobre todo en los momentos de ocio bajo la sombra del baobab a las horas más caliente del día, o a la caída del sol, o en las reuniones al claro de luna contando las pequeñas historias del clan o transmitiendo los cuentos que sus antepasados les contaron y que ellos a su vez enseñaban a sus nietos, o en otros encuentros especiales como el duelo por ocasión de los funerales.  ¡Cuánto trabajo para quedarse todo en humo!

viernes, 12 de diciembre de 2014

Vista de Gobó, (Camerún)



No es una buena vista panorámica, pero recuerdo la dificultad para hacer la foto subiéndome a los depósitos de agua de la misión, para desde allí tener una vista elevada sobre Gobó. En primer término tenemos la carretera de entrada a Gobó que viene de Yagoua, la capital de la región del "pico de pato" del norte de Camerún, por la que solo transita un pequeño rebaño de ovejas sin pastor. Después están las casas derruidas de lo que fue el  hogar de una familia vecina, pero a la muerte del propietario se destruyen las casas y queda el lugar deshabitado y vacío. Luego el "saré", conjunto de chozas, casas y graneros encercados por el "seko" de paja que hace de pared divisoria entre el hogar familiar y el campo. Y junto a las casas de la familia el campo para cultivar el mijo o el sorgo, base de la alimentación de los pueblos del norte de Camerún. Y finalmente los árboles y arbustos propios de la sabana africana con el color característico de la estación seca.

lunes, 24 de noviembre de 2014

¿Rey sagrado o chivo expiatorio?




Noulda es la gran fiesta de los Guiseys de Camerún que se celebra a mediados de febrero, la otra fiesta principal es Kofta que se hace en noviembre o diciembre, dependiendo de la luna. Momo, el jefe religioso animista, al que el pueblo Guisey lo considera como un rey sagrado, o mejor como un espíritu viviente, es el que preside las ceremonias, y realiza los ritos sagrados que dan lugar a estas fiestas tradicionales.
Momo es elegido por el jefe tradicional de los Guiseys, y el día de su entronización se celebran sus funerales, pues desde ese día se le considera ya como un muerto, como un espíritu viviente, o como "un alma en pena". Tiene que abandonar a su mujer, o a sus mujeres si es un hombre polígamo, y a sus hijos, y vivir solo, en una choza mirando al sol. No debe trabajar, y tiene que mendigar su comida en los mercados de Ardaf y Djougoumta. Solo puede ser acompañado por una mujer mayor, que haya pasado la menopausia, a unos doscientos metros de su choza.
El pueblo Guisey cree que Momo, su rey sagrado, es el responsable de la salud, bienestar y progreso de su pueblo. El genio de la tierra Guisey se le puede aparecer en sueños y decirle ciertas cosas para su pueblo. Él es el guardián de las tradiciones y costumbres de los Guiseys, y lo que él dice se considera como órdenes o mandatos a cumplir. Él es el que carga con la maldición y los males del pueblo, y podemos considerarlo como el "chivo expiatorio" para los judíos. (Levítico, 16, 20-22).
No puede morir de muerte natural, así que cuando se encuentra gravemente enfermo, o por su edad se prevé su muerte cercana, antes de que eso ocurra, le retuercen el cuello y muere asfixiado. Se le enterrará en un lugar secreto.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Noulda, la gran fiesta Guisey









En el mes de febrero los Guiseys del distrito de Gueré en el norte de Camerún celebran la gran fiesta de Noulda, que congrega a una gran muchedumbre de gente, tanto los Guiseys de Camerún como los que viven al otro lado de la frontera en Chad, además de otras gentes de regiones vecinas, como los Museys, Massás o fulbés que asisten de espectadores a la fiesta. Es una fiesta tradicional que celebran el fin de los trabajos agrícolas una vez que se ha recogido la cosecha del mijo, y que da inicio a un año nuevo. Es una fiesta de acción de gracias a Dios, y como toda fiesta reina la alegría, la convivencia, fraternidad, solidaridad y buena convivencia, en medio de la danza, la música, las acrobacias y juegos, y donde tampoco falta el alcohol y el sexo. La multitud participa con sus atuendos tradicionales, se acicalan con los adornos llamativos e incluso con cuernos de sus bueyes o cabezas de pavos para llamar más la atención, como si fuera una especie de carnaval. Por grupos de edad, o de clan danzan en círculos en torno a los tambores que marcan el ritmo de la danza, al mismo tiempo que tocan las pequeñas flautas de bambú, o de tallos de mijo que ellos mismos se han fabricado. Estas fotografías son del año 1979 en Ardaf; ahora a través de youtube se puede ver esa misma fiesta, ya organizada por los políticos y la administración civil y ver lo que ha cambiado.

martes, 21 de octubre de 2014

Al caer la tarde

Al caer la tarde en las aldeas de la sabana del norte de Camerún es el momento propicio para el movimiento de la gente, sobre todo en torno al pozo de la aldea, en este caso de la entrada a Gobó por la carretera que viene de Yagoua. Las mujeres solas o con sus bebés a la espalda, o al costado, se acercan al pozo con sus calabazas, cubos o palanganas para sacar y acarrear el agua, llevándola a sus hogares donde llenarán los odres o tinajas que allí tienen para que puedan beber todos los miembros de la familia, para preparar los alimentos y cocinar, fregar la loza, dar de beber a los pequeños animales del corral, gallinas, patos, ovejas y cabras, y para el aseo personal de toda la familia, desde los bebés, niños, y jóvenes, hasta los adultos, que a esa misma hora regresan del campo, de sus trabajos agrícolas, del pastoreo del ganado o de la caza.
También a esa hora de la caída del sol, los jóvenes pastores que han estado todo el día con el ganado en los campos vuelven a la aldea y se acercan a los pozos para dar de beber a las vacas.
Los niños que han acabado su jornada escolar, regresan contentos con sus libros y cuadernos y dispuestos a ayudar a sus padres en las pequeñas tareas de casa, recogiendo el ganado, yendo al pozo a por agua, preparando la cena, o atendiendo a los hermanos más pequeños.

martes, 30 de septiembre de 2014

Pequeñas montañas de algodón

En plena estación seca, en las primeras semanas del año 1979, en Gobó en el extremo norte del Camerún, después de meses de trabajo en el campo, para preparar el terreno, sembrar el algodón, arrancar las malas yerbas, y recolectarlo bajo el tórrido sol africano, ha llegado el momento de llevarlo a la plaza del mercado donde llegarán los camiones de la Sodecoton, única empresa que tiene el monopolio del mercado del algodón en Camerún. Los campesinos que han recogido el algodón en sus casas, teniendo incluso que dormir en la calle por no haber sitio para ellos y el algodón, lo llevan ahora al mercado en sus canastas o cestos artesanales, participando toda la familia, desde los niños pequeños hasta los ancianos. Cada familia prepara su pequeña montaña de algodón para cuando lleguen los camiones, pesen el producto y le den unos cuantos billetes por la venta de todo un año de trabajo. Cuánta ilusión en los niños que participan del trabajo como de un juego; pero cuánta desilusión en los adultos al recibir la paga tan escasa por todo un año de trabajo, y cuántas injusticias del mercado que se aprovecha de los pobres y enriquece a los ricos. Cuando ese algodón llegue a Europa transformado en prendas de vestir y se venda en las mejores tiendas y "boutiques" ¿por cuánto se habrá multiplicado el precio pagado a los pobres agricultores cameruneses?

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Escultura africana

En uno de mis viajes por el norte del Camerún, no recuerdo exactamente en donde fue, pero sí se que era a principios del año 1979, al borde del camino vi una estatua de unos dos metros de altura, que me llamó poderosamente la atención, paré el vehículo y descendí para hacer la fotografía. No había nadie cerca de allí, ni existía por aquel lugar ninguna aldea. ¿Qué hacía allí aquella estatua? ¿Qué representaba? ¿Qué significado tenía? ¿Quién la había tallado? Varias preguntas que me hice y hasta el día de hoy no he sabido responder.
A vista de un occidental era algo artesanal y de poco valor artístico, acostumbrado como estamos a contemplar grandes obras del arte griego, románico, gótico, renacimiento, o del arte moderno. Pero también existe un arte africano y son célebres algunas piezas en bronce, esculturas de madera, máscaras, etc que incluso se exponen y hacen parte de los mejores museos de Europa. Esta estatua africana junto al borde del camino no era una original obra de arte, pero seguía los cánones de la escultura africana, era una figura antropomorfa en posición erecta, rígida, hierática, con los brazos caídos paralelos al cuerpo, de expresión severa, que transmitía un aire de rigidez y de alerta vigilante al borde del camino y yo diría también de autenticidad en medio de la desolación del paisaje.

martes, 26 de agosto de 2014

Turismo en Oudjila

Oudjila es una pequeña aldea "podoko" situada en el departamento  de Mayo-Sava en el norte de Camerún, cerca de la ciudad de Mora, en medio de los montes Mandara, y celebre para el turismo internacional por el reclamo de visitar a la gran familia del jefe tradicional con sus 47 esposas y el centenar de hijos, y también por las vistas y paisajes de los montes Mandara. En esa región viven los "podokos" que pueden ser unas 60000 personas, y que son considerados por los musulmanes como "kirdis", es decir paganos, por seguir con su religión tradicional animista y no haberse convertidos al Islam. Los "podokos" crían un novillo que tienen apartado en una choza durante dos años y que consideran sagrado y que luego será sacrificado en la fiesta de la recolección de la cosecha del mijo.
 Pero en Oudjila también hay cristianos y mi visita a Oudjila al comienzo del año 1979, no fue para conocer al jefe polígamo con sus cuarenta y tantas mujeres, pues ni siquiera nos acercamos a su casa, sino para visitar la nueva iglesia que habían construido los cristianos con un aire muy moderno y al mismo tiempo muy tradicional. Era en forma circular y con muros de piedra de la montaña, como son las casas "podokos", y separado del muro pero sostenido por un montón de columnas iba el techo de paja, que aliviaba del sol a los fieles y de las lluvias. Pero el círculo superior del techo de paja no estaba cubierto, por lo que penetraba la luz y el sol sobre el altar, un gran bloque de piedra que era el ara sagrada. Del altar partían varios círculos concéntricos de piedras en el suelo que servían de bancos para los fieles. El misionero que hizo aquella iglesia supo conjugar a la perfección la sencillez, la arquitectura tradicional y local de los "podokos", el respeto ambiental y al mismo tiempo tener un aire muy moderno. Si alguna vez visitan Oudjila no se olviden de visitar su iglesia. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

¡Nasara, nasara!

¡Cuántas veces escuché esa frase en el Camerún a mi paso por las ciudades y pueblos donde no me conocían! Desde el primer día de mi llegada a la ciudad de Maroua, en el norte del Camerún en 1975 hasta el día que dejé África en 1981. Al principio creí que simplemente significaba blanco, y era una forma de llamar al blanco fuera este misionero, comerciante o turista. Pero luego me explicaron el verdadero sentido. Nasara en lengua fufuldé estaba tomada del árabe y quiere decir cristiano, o mejor dicho nazareno, y es el término con el que los musulmanes se dirigen a los cristianos, es decir a los seguidores de Jesús el Nazareno.
Cuando estos días esta palabra ha salido en los medios de comunicación social, debido a la persecución, matanza y exterminio de los cristianos en Siria,  Irak y otros países árabes por parte de los islamistas intolerantes que quieren crear un nuevo califato mundial, yo, como miles de personas en las redes sociales, tengo que reivindicar y proclamar, sí soy nasara, soy seguidor del Nazareno, del Jesús de Nazaret, el Dios hecho hombre que nos trajo un mensaje de amor, de paz, y de salvación para todos los hombres.

martes, 15 de julio de 2014

Matanza de elefantes


Era el último día del año 1978, al acabar la celebración de la Eucaristía en la aldea de Dom Pya, se me acercaron unos jóvenes para decirme que no lejos de allí unos soldados habían matado un elefante, que junto con otros habían atravesado el Logone procedentes del Chad, y que los llevara en la camioneta para participar también ellos de la matanza. Marché con ellos y con Lilianne Pellegrin, la enfermera francesa de la misión de Gobó, y cuando llegamos al lugar de la matanza ya solo quedaban los despojos del animal; los soldados se habían llevado los colmillos de marfil que era lo que les interesaba, y la gente de las aldeas vecinas se disputaban como rapiñas la carne del animal para llevarsela a casa y comerla con sus hijos.
En la zona del Logone en Camerún era difícil ver elefantes, además estaba completamente prohibida su caza, pero sí los había en el Chad, y en la estación seca cuando bajaba el nivel del río alguna vez atravesaban al Camerún.
El Chad estaba en guerra civil desde hacía años. En 1975 el coronel Kamougué dió un golpe de estado y asesinó al presidente Tombalbaye, y el general Félix Malloum se hizo con el poder desde 1975 a 1979. Pero había otros grupos rebeldes como el de Goukouni que estaba apoyado por Gadafi desde Libia y que se había apoderado del norte del país. Otro grupo rebelde era el de Hissié Habré que llegó a pactar con Malloum para subir al poder. Era una situación de guerra civil donde mandaban las armas, y la ley era la del más fuerte; por eso no es de extrañar que los soldados armados robaran en las aldeas, se dedicaran al tráfico de marfil, violaran o cometieran cualquier tipo de delito.

domingo, 6 de julio de 2014

Primera ordenación en Yagoua


A los pocos días de mi regreso al Camerún, el 30 de diciembre de 1978, iba a participar en un gran acontecimiento para la diócesis de Yagoua, justamente cinco años después de haber sido creada como tal por el Papa Pablo VI, era la primera ordenación sacerdotal de un seminarista nativo de la diócesis, la de Jean Pagou, y que no pudo hacerla monseñor Luis Charpenet, el primer obispo de la diócesis pues había fallecido un año antes. Todavía Roma no había nombrado al nuevo obispo diocesano y era el P. Philippe Alin como vicario general el encargado de regir la diócesis, hasta la llegada del nuevo obispo, Christian Tumi, que sería nombrado el 22 de diciembre del año siguiente, 1979, por el Papa Juan Pablo II. Por consiguiente la ordenación sacerdotal de Jean Pagou corrió a cargo de monseñor Jean Pasquier, entonces obispo auxiliar de Garoua. Fue una hermosa ceremonia en el exterior de la catedral de santa Ana, bajo un gran toldo de sacos y bajo la arboleda que daba sombra a la multitud de gente que se congregó para tan gran acontecimiento. Era el primer sacerdote nativo de la diócesis, el cien por cien del clero éramos misioneros europeos. La diócesis de Yagoua contaba ya con cuatro diáconos permanentes, hombres casados y con familia, entre ellos estaba Michel Djobtoussia, que justamente cuarenta años antes, en Navidad de 1938, recibía el bautismo en el primer grupo de cristianos que se bautizaban en Yagoua, y que participó en la celebración con una profunda alegría viendo los frutos primeros de esa iglesia misionera. Hoy día la semilla del evangelio sembrada en Yagoua, ha crecido y se ha hecho un árbol con grandes ramas. El clero es mayoritariamente nativo, hay una cincuentena de sacerdotes, como así mismo los religiosos y religiosas, se han creado nuevas parroquias, ha crecido el número de cristianos y el evangelio se ha ido inculturando y enraizando en la tierra de Yagoua. Al terminar la celebración de la Eucaristía todos nos acercamos a la tumba del primer obispo diocesano monseñor Luis Charpenet para que desde el cielo intercediera a Dios por la iglesia diocesana de Yagoua.
  

miércoles, 18 de junio de 2014

Regreso al Camerún


Diez meses después de tener que dejar el Camerún por causa de la hepatitis, y tras el paso por el Hospital La Pitié de París, y los meses de reposo en casa de mis padres, y tras nuevos análisis en París, los médicos me dijeron que estaba completamente curado y que podía ir de nuevo a África. Así que antes de que llegara la Navidad regresé de nuevo al Camerún, pues quería celebrar esos días de fiesta del nacimiento de Jesús con las gentes de la misión de Gobó, que habían quedado sin sacerdote durante todo ese tiempo. En el viaje de regreso al Camerún hice escala en Roma para hablar con el Consejo General de la Congregación de la situación en el norte de Camerún y pedir ayuda para aquellas misiones. Dejé Europa con el frío del invierno y llegué a Maroua ya en la estación seca, como puede verse en la fotografía aérea en las proximidades del aeropuerto y en la que se aprecia lo típico del hábitat de la zona rural, chozas de barro y paja donde vive la gente y un vallado haciendo un círculo que sirve de corral para tener allí los animales domésticos; senderos y caminos hacia otras aldeas y campos de cultivo alrededor de las casas. Llegaba de nuevo al norte del Camerún para continuar con una nueva etapa misionera.  

jueves, 5 de junio de 2014

¡Hipopótamos... a la vista!

Siguiendo con el relato de mis memorias de África, llegamos a enero de 1978 cuando en plena actividad pastoral y de trabajos en la construcción de la misión de Gobó, comencé a sentirme mal, con vómitos y dolores de hígado; las hermanas Simone y Marguerite que se ocupaban del dispensario de la misión me diagnosticaron que tenía hepatitis viral, y como allí no había las condiciones mínimas para el tratamiento me aconsejaron de regresar a Europa. Así que me fuí a la misión de Djougounta donde estaba el P. Fernando Corazón a descansar y él se preocupó de prepararme el viaje y llevarme hasta Maroua, donde tomé el avión para Yaoundé y Douala y desde allí a París, donde ingresé en el Hospital la Pitié el 10 de febrero con 58 Klg., siete menos de cuando me fuí a Camerún,  y tras los análisis correspondientes a los once días de hospitalización me dieron de alta y pude viajar a España donde pasé unos meses de reposo, atendido y cuidado por mis queridos padres, hasta la total recuperación. En el verano fuí a visitar el zoológico de Madrid, y allí pude ver los hipopótamos bien cerca. Tantos meses en África, viendo muchas veces a los hipopótamos dentro del agua, tanto en el lago de Fianga, como en el río Logón, pero solo podía verles la parte superior de la cabeza que sacaban para bostezar, resoplar o respirar, pero nunca los había visto salir del agua; pues solo salen por la noche para comer las yerbas de las orillas, y cualquiera iba a ir de noche a verlos pasear. El hipopótamo en uno de los animales salvajes más agresivo, aunque parezca lo contrario, y uno de los más grande de tamaño y peso, tras el elefante y el rinoceronte.

viernes, 23 de mayo de 2014

Deportes favoritos: la lucha



La lucha es uno de los deportes más antiguo de la humanidad, que se ha practicado en todos los pueblos y regiones de la tierra. Es el deporte favorito de los jóvenes de diferentes tribus del norte de Camerún. Por eso en la escuela de Djougounta los niños practicaban esos deportes de lucha, como en nuestras escuelas se dedican al futbol o al baloncesto. Básicamente había dos tipos de lucha tradicional: la llamada lucha massá, o tupuri, o musey, según el nombre de la tribu que la practica, y la lucha a bastonazos o duelo a garrotazos. La llamada lucha massá es una lucha tradicional entre dos combatientes, cuerpo a cuerpo, en que se intenta derribar al suelo al contrario, que tiene sus normas y reglas con lo que se puede hacer y lo que está prohibido, y tiene un juez de la lucha al lado para separar a los combatientes y determinar quien es el vencedor. Además pueden luchar en equipos, enfrentándose varias parejas al mismo tiempo.
La lucha a bastonazos es un deporte guerrero, es una preparación para la guerra, para dar la batalla a los enemigos, estar en forma y preparados para combatir en caso de ataque de un grupo rival o para atacar a los enemigos. Estas situaciones a veces se producen en las aldeas por causa de robos de animales, raptos de mujeres para el matrimonio, invasión de tierras, destrozos de cultivos, venganzas, etc. 

martes, 13 de mayo de 2014

Actividades extraescolares


En la misión de Djougounta, en la que estaba el P. Fernando Corazón, había una escuela primaria dirigida por las hermanas espiritanas francesas, a la que asistían cientos de niños y niñas guiseys de la región y que tenían profesores nativos locales y por consiguiente bien conocedores de su tierra y de sus gentes, de la forma de vida de los guiseys, de la agricultura, ganadería y pesca a la que se dedicaban, de sus tradiciones, costumbres, esperanzas y deseos de un cambio de vida mejor.
Muchos de esos niños tras el paso por la escuela católica de la misión, accederían a la enseñanza secundaria o profesional en Yagoua, e incluso algunos llegarían a realizar los estudios universitarios en Maroua, Garoua, Yaoundé o Douala; pero la mayoría se quedarían en sus aldeas y poblados guiseys del norte de Camerún. Por eso, mirando al futuro de la mayoría de ellos que serían agricultores como sus padres, se realizaba en la escuela de la misión actividades extraescolares para que aprendieran nuevas formas de cultivo, tratamiento y selección de semillas, cultivo de hortalizas, preparación de viveros y pequeñas huertas, riego y protección del sol de las plantas, recolección del algodón y preparación del producto para la venta, etc.. La escuela no solo miraba a la educación intelectual de los alumnos, sino también a mejorar la vida que esos niños iban a vivir de mayores en sus aldeas. A veces la escuela en África solo ha servido para que los jóvenes abandonen sus aldeas y hayan emigrado a los suburbios de las grandes ciudades, donde solo han encontrado paro y miseria. 

domingo, 20 de abril de 2014

Vuelta ciclista musey

 Estábamos llegando al final del año 1977, y era la segunda Navidad que iba a vivir en la misión de Gobó, en el norte de Camerún, y entonces se me ocurrió organizar algo especial para las fiestas de Navidad. Hablé con los catequistas y les propuse de organizar una vuelta ciclista a la misión entre ellos para la tarde de Nochebuena. Nunca allí se había organizado una competición de ese estilo, pero les pareció bien la idea. Cada uno de ellos representaría a su aldea y el que primero llegase a la meta se llevaría el premio y el título del mejor ciclista de la región. Así que por la tarde del día 24 de diciembre se alineaban una docena de catequistas con su bicicleta de trabajo a la salida de Gobó y yo les daba el aviso de salida desde lo alto de la camioneta, además de hacerles la foto. Luego salí tras ellos en la camioneta por la carretera arenosa de esa zona del "pico de pato" camerunés, comprobando lo mal equipado que estaban, pues la mayoría iban descalzos, y algunas bicicletas no estaban en las mejores condiciones para correr. Los adelanté a todos en el trayecto entre Gobó y Dom Pya, y allí esperé en la meta la llegada del campeón para entregarle el premio de la victoria. También recibieron todos los aplausos de las gentes de sus aldeas y los bailes y danzas que las niñas de las escuelas les dedicaron, a lo que siguió una tarde de fiestas. Así fue la primera vuelta ciclista musey entre Gobó y Dom Pya.



martes, 8 de abril de 2014

Muerte del obispo Charpenet


Siguiendo con mis memorias de África, partiendo de las fotografías que allí hice, llegamos a diciembre de 1977. Yo estaba en la misión de Gobó, a unos 50 kilómetros de Yagoua, cuando por la tarde del día 5 de diciembre llegaron unas misioneras para comunicarnos la inesperada y triste noticia del fallecimiento repentino de nuestro obispo, monseñor Luis Charpenet, producido por un infarto de miocardio. Solo hacía unos días que acababa de llegar de Francia.  Rápidamente la noticia se extendió por todas las aldeas de la misión. El día 7 se celebraron los funerales al aire libre, pues la multitud que asistió no cabía en la iglesia catedral de Santa Ana, los presidió monseñor Yves Plumey, obispo de Garoua, y concelebramos todos los sacerdotes misioneros de la diócesis de Yagoua, y otros venidos de Maroua-Mokolo, Garoua y de Pala, (Chad). También estaban las autoridades civiles, representadas por el Prefecto de Yagoua, el Gobernador del norte del Camerún y representantes de la embajada de Francia; además de las religiosas y fieles de toda la diócesis representando las diferentes misiones y parroquias. Monseñor Luís Charpenet, oblato de María Inmaculada fue el primer obispo de Yagoua, desde enero de 1973 en que fue creada la diócesis hasta diciembre de 1977 en que falleció a la temprana edad de 50 años. Fue inhumado en la tierra junto a la pared del presbiterio de la catedral de Santa Ana.
Monseñor Yves Plumey, que vemos en la foto presidiendo los funerales, fue un misionero pionero del norte de Camerún, donde trabajó durante 45 años, Prefecto Apostólico, luego Obispo y finalmente Arzobispo de Garoua hasta 1984 en que pidió la dimisión por su edad. Toda una vida misionera entregada al servicio de los pobres del norte del Camerún y que acabó estrangulado a los 78 años cuando dormía en su residencia del Seminario Menor en Ngaoundéré el día 3 de septiembre de 1991, al día siguiente de su encuentro de horas con el Presidente de la República de Camerún, Paul Biya, y que todavía hoy día no se sabe cual fue el motivo de su asesinato.

domingo, 9 de marzo de 2014

Huellas de elefantes

Acabada la estación de lluvias dejé la aldea de Dom Changdung y regresé a la misión de Gobó para continuar con los trabajos ordinarios de la misión: formación de catequistas, reuniones con los diferentes grupos de la parroquia, visita de enfermos, catequesis, preparación para los sacramentos, visitas a las diferentes aldeas de la misión, etc.. Una tarde al llegar a una aldea me dijeron la gente del lugar que habían tenido la visita de los elefantes y que le habían hecho mucho daño, pues habían entrado en los campos de cultivo de mijo, cuando ya el grano estaba maduro para la recolección y se habían comido buena parte de la cosecha. Los pobres aldeanos no tienen con que defenderse contra los elefantes, ni rifles, ni otros medios para poder luchar contra ellos. Simplemente se limitan a gritar y hacer toda clase de ruidos con cacerolas y palos para poder espantarlos y que salgan de sus campos y se vayan lejos de sus casas y graneros; y siempre con el peligro de ser atacado por ellos y de morir aplastados o pisoteados por los elefantes. Yo no los pude ver, pero en el suelo fangoso quedaron sus pisadas, las huellas de su paso devastador por los campos de cultivo de la aldea Guiriou.

lunes, 24 de febrero de 2014

Fiesta del cordero

En el mes de noviembre de 1977 se celebraba la fiesta musulmana del sacrificio del cordero, el "Id-al-Adha", era la tercera vez que yo asistía desde mi llegada al Camerún en 1975. Yo estaba en la misión de Gobó, y lo mismo que el año anterior al oir la música y el gorjeo de las mujeres que acompañaban el cortejo del imán y del jefe de cantón que iban a caballo, salí con mi máquina fotográfica para tomar algunas imágenes de la fiesta. Acompañé al cortejo hasta la explanada de las escuelas públicas de Gobó y allí los musulmanes, separados los hombres de las mujeres, hicieron su oración dirigidos por el imán. Luego fue el sacrificio del cordero en recuerdo de lo que hizo Abraham en el monte Moria sacrificando a Dios el cordero en vez de a su hijo Isaac. Sobre esto ya escribí en otros posts anteriores de la misma fiesta en el año 2010 y que titulé: "fiesta musulmana Id-al-Adha", "el imán" y "el jefe de cantón", y que podéis leer en este mismo blog.

jueves, 6 de febrero de 2014

El guruna musey

El "guruna" es una institución propia de hombres. Consiste en que un grupo de jóvenes se dedican al cuidado de sus vacas, retirándose a un lugar donde haya pastos y agua abundante para el ganado, cerca del río o donde haya lagunas o charcas, para que el ganado pueda apacentar. Cada joven tiene que llevar varias cabezas de ganado, suyas o de algún familiar que se las haya confiado. Allí en medio del campo montan un campamento, un corral para recoger el ganado durante la noche, y pequeñas cabañas donde ellos descansan y vigilan para que no les roben el ganado y para que ningún animal salvaje les pueda atacar. En ese campamento pasan meses dedicados al pastoreo de las vacas, a comer mucho, y beber la leche de las vacas hasta hartarse, con el fin de engordar y tener unos cuerpos lustrosos y robustos; y se preparan para la lucha massá, y para las competiciones de danzas tradicionales en las que rivalizarán contra otros grupos de gurunas, que en los meses de marzo y abril celebran en diferentes lugares de la región. Las fotos que vemos fueron tomadas en Gobó en octubre de 1977.

lunes, 20 de enero de 2014

Guerrero Musey

En la vida del Musey hay una etapa muy importante, que de niños sueñan con ella, y una vez pasada la añoran como la más valiosa de la vida, son los años de la juventud en los que los jóvenes Museys participan del guruna, viven en grupo fuera de los poblados, guardando los rebaños de vacas, alimentándose con la leche de las vacas y de lo que pueden robar en las aldeas, y dedicados a practicar la lucha corporal. Es una especie de iniciación a la vida guerrera, a la defensa del ganado y aprender a robar sin ser descubierto. Es una preparación para saber defender lo suyo propio y aprender técnicas de lucha que les servirá en caso de ataque de otros pueblos enemigos. El guerrero Musey suele utilizar la lanza o el bastón para el ataque y el escudo para la defensa, también usa casco de fibra de hibiscus para la pelea para evitar golpes mortales en la cabeza, pero en el caso de la fotografía el casco solo es de plumas de aves pues era el traje de la fiesta de la "vun tilla", del nuevo año de 1977. 

lunes, 6 de enero de 2014

Sacrificios por el Año Nuevo

Para los Museys del norte de Camerún el Año Nuevo comienza al finalizar la estación de lluvias y empezar la estación seca, que cae siempre en octubre, y la fecha variable la marca la luna nueva de ese mes, que ellos llaman la Vun tilla. Es el "jefe de la tierra", el jefe religioso tradicional, o lo que podemos llamar sacerdote animista de los museys, que conoce bien las tradiciones de su pueblo, el que se encarga de marcar la fecha del comienzo del año nuevo y de las celebraciones religiosas. Es él el primero que recogerá los granos de mijo y sorgo de la nueva cosecha, y se los ofrecerá a Dios junto con una libación de cerveza de mijo. El día del Año Nuevo los fieles animistas se acercarán a él, y a las fulinas, las mujeres sacerdotisas, para confesar sus culpas del año que termina y ofrecer cabras y gallinas en sacrificio para pedir la bendición de Dios para el nuevo año que comienza. Los hombres se acercan para el sacrificio vestidos sólo con la piel de cabra, y las mujeres con el cinturón de castidad.