Oudjila es una pequeña aldea "podoko" situada en el departamento de Mayo-Sava en el norte de Camerún, cerca de la ciudad de Mora, en medio de los montes Mandara, y celebre para el turismo internacional por el reclamo de visitar a la gran familia del jefe tradicional con sus 47 esposas y el centenar de hijos, y también por las vistas y paisajes de los montes Mandara. En esa región viven los "podokos" que pueden ser unas 60000 personas, y que son considerados por los musulmanes como "kirdis", es decir paganos, por seguir con su religión tradicional animista y no haberse convertidos al Islam. Los "podokos" crían un novillo que tienen apartado en una choza durante dos años y que consideran sagrado y que luego será sacrificado en la fiesta de la recolección de la cosecha del mijo.
Pero en Oudjila también hay cristianos y mi visita a Oudjila al comienzo del año 1979, no fue para conocer al jefe polígamo con sus cuarenta y tantas mujeres, pues ni siquiera nos acercamos a su casa, sino para visitar la nueva iglesia que habían construido los cristianos con un aire muy moderno y al mismo tiempo muy tradicional. Era en forma circular y con muros de piedra de la montaña, como son las casas "podokos", y separado del muro pero sostenido por un montón de columnas iba el techo de paja, que aliviaba del sol a los fieles y de las lluvias. Pero el círculo superior del techo de paja no estaba cubierto, por lo que penetraba la luz y el sol sobre el altar, un gran bloque de piedra que era el ara sagrada. Del altar partían varios círculos concéntricos de piedras en el suelo que servían de bancos para los fieles. El misionero que hizo aquella iglesia supo conjugar a la perfección la sencillez, la arquitectura tradicional y local de los "podokos", el respeto ambiental y al mismo tiempo tener un aire muy moderno. Si alguna vez visitan Oudjila no se olviden de visitar su iglesia.
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