lunes, 28 de mayo de 2012
jueves, 10 de mayo de 2012
Aldea en llamas
Una mañana del mes de marzo de 1977, en plena estación seca, estando yo en casa, escuché un gran griterío de la gente que esperaban a la entrada del dispensario de la misión, y de otras casas vecinas, me asomé para ver lo que pasaba y ví una gran humareda que salía del centro de la aldea de Gobó. Rápidamente salí de casa y cogí mi máquina de fotos que me habían regalado mis hermanos el día de mi ordenación sacerdotal. Pensé que la cosa era muy seria y grave pues se veían las llamas por encima de las casas y sobre todo porque el material de las chozas de palos y yerba seca era por sí mismo fácil pasto de las llamas, y además no poder contar con el agua para apagar el fuego.
Según me acerqué al lugar del suceso pude comprobar que el fuego se había producido en el mercado, un lugar amplio y despejado que facilitó el que no pasara a otras casas vecinas.

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