domingo, 15 de febrero de 2009

48º a la sombra

En los meses de marzo y abril, cuando el calor es más intenso en el norte de Camerún, después de varios meses sin llover y todo está seco, es la época para ir a segar las yerbas altas, que en la estación de lluvias crecieron en las hondonadas, para hacer los techos de paja de las chozas, o reparar las que con el paso del tiempo se han estropeado y dejan pasar el agua de la lluvia al interior de la casa. Algunos de los techos de la misión estaban en malas condiciones y había que arreglarlos antes de que llegara la estación de lluvias. Así que un día salí por la mañana temprano con dos hombres en la camioneta y nos dirigimos a la zona adecuada donde había esas yerbas. Allí estuvimos bastante tiempo segando las yerbas, haciendo los haces y cargándolos en las camioneta. El sol calentaba más y más, no había ninguna sombra para cobijarnos y lo peor era que yo no me había llevado agua para beber. Todavía era un novato en la zona. Pero pronto aprendí la lección. No había casas, ni aldeas en los alrededores para pedir un poco de agua. Al final encontré una charca donde iba a beber el ganado. Tal era la sed que tenía que no hice asco del agua fangosa que bebí. Como recuerdo hice la fotografía. Parecerá bonita con nenúfares y todo. A mí me recuerda lo del refrán español. "No digas nunca: de ese agua no beberé".


domingo, 8 de febrero de 2009

El "saré"

La palabra "saré" no existe en español, ni tampoco en francés, aunque se utiliza normalmente en el norte del Camerún, creo que tomada del fufuldé, la lengua de los Peuls o Foulbés, que dominan el norte del Camerún, y que están extendidos por varios países centroafricanos.
El saré es el conjunto de casas, chozas, graneros, cocinas, lugar para el aseo, sitio de reposo a la sombra y al aire libre, y corral para el ganado, donde viven una o varias familias, delimitado todo por una valla de troncos, ramajes y especie de esteras trenzadas de paja seca, con una o más entrada desde el exterior al conjunto del saré.
En el centro del saré está el ganado, rodeado de las chozas donde viven los diferentes miembros de la familia. El jefe de familia tiene su casa, y cerca de ella están las chozas de su mujer, (o sus mujeres, si es polígamo), además de sus respectivas cocinas y graneros. Los niños pequeños duermen en la choza de su madre, acompañados de los patos, gallinas, cabras y ovejas. Los jóvenes tienen su propia choza, a veces duermen con los terneros e incluso vacas para evitar que sean robadas durante la noche. Cuando un joven se casa trae a su mujer al saré de su familia; mientras que no tienen hijos viven en la misma choza, una vez que la mujer ha dado a luz, le construye su casa para ella. Entre los Massás el saré familiar va creciendo según se van casando los hijos. Pero los Museys normalmente se independizan de los padres, y una vez que forman su familia, construyen su propio saré.

domingo, 1 de febrero de 2009

El ganado


Los Museys son agricultores y ganaderos. La mayoría de ellos viven de la tierra que cultivan con la pequeña azada, campos de mijo y sorgo, que es el alimento base para ellos, cacahuetes, y otros cultivos. También dedican muchos de sus campos al cultivo del algodón, obligados por la administración o por la seducción del dinero. Pero la riqueza para los Museys, como para los Massás son los rebaños de vacas. Tienen también ovejas, cabras y caballos. Son célebres los caballos Museys, una raza especial de caballos que ellos utilizan para la caza mayor y en otros tiempos para la guerra. Para los Museys las vacas es sinónimo de riqueza. Tanto más reses tiene un Musey, más alto es su nivel de vida, y más admirado y apreciado por sus paisanos. Un Musey cuando se quiere casar tiene que entregar una dote a los padres de la novia, y esa dote consiste normalmente en diez vacas. Sólo el que tiene vacas puede tomar mujer. Como existe la poligamia, un hombre rico que tenga muchas vacas puede tomar varias mujeres. El ganado como vemos es señal de riqueza, de prestigio, de tener mujeres y muchos hijos.