miércoles, 27 de mayo de 2009

El viejo molino

La misión de Gobó comenzó por el molino harinero. Bueno, no fue exactamente así; pero el molino estuvo en la base e inicio de la misión. Cuando en 1976 llegué a Gobó para hacerme cargo de la misión, después que el P. Jean Savoie había sido nombrado rector del Seminario francés en Roma, me dijeron que antes de trasladarse allí el P. Savoie desde la misión de Djougoumta, e incluso antes de comenzar a hacerse el dispensario, que se abrió el año 1974, lo primero que se hizo en el terreno comprado para establecerse allí la misión fue el molino. En la zona del sahel, donde la base de la alimentación son los cereales: mijo, sorgo, fonio y maíz, que todos los días las mujeres tienen que machacar los granos en el mortero y después hacer la harina restregando dos piedras, el molino con un motor de gasóleo era un gran avance, liberaba a las mujeres de un duro trabajo y ellas pasaban un rato agradable hablando de sus cosas mientras esperaban su turno. Para muchas mujeres el molino fue el primer contacto con la misión, como también posteriormente el dispensario, la sala de partos, el hospital o los cursos de alfabetización. Algunos dicen que esto es la pre-evangelización, en realidad eso es ya evangelizar, llevar una Buena Nueva para el pueblo que sufre, que luego se explicita en el anuncio gozoso del Evangelio, y haciendo que los que buscan algo más se encuentren con Cristo y se hagan cristianos.

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