miércoles, 22 de junio de 2016

Tumi, obispo de Yagoua

El día 9 de marzo de 1980, en plena estación seca en el norte de Camerún, la Iglesia en Yagoua estaba de fiesta. Hacía su toma de posesión como obispo Christian Wiyghan Tumi, que había sido nombrado obispo de Yagoua tres meses antes por el Papa Juan Pablo II. Era el primer obispo camerunés nombrado para la región del norte del país, pues hasta ese año todos los obispos de la región eran extranjeros. Monseñor Tumi había sido consagrado obispo en Roma por el Papa Juan Pablo II el día de la Epifanía, el 6 de enero de 1980, juntamente con Carlos María Martini, y Juan Coppa, y años después los tres serían nombrados Cardenales. Tumi primer y único cardenal camerunés hasta nuestros días, Martini cardenal de Milán, y Coppa, Nuncio en la República Checa y también Cardenal.
Como la iglesia catedral de Yagoua era muy pequeña para la multitud de fieles que nos congregamos para la celebración, se preparó un gran toldo hecho de sacos viejos sobre el palenque para el altar que diera un poco de sombra y  quitara el tórrido sol sobre los obispos concelebrantes; los sacerdotes, autoridades y fieles llenamos la explanada sombreada bajo las acacias. Estuvieron presentes 18 obispos de Camerún y del Chad, además del Nuncio Apostólico, numerosos sacerdotes misioneros y religiosas, algunos procedentes del sur, y representación de fieles de todas las parroquias de la diócesis. Entre las autoridades civiles estaba el Gobernador El Hadj Ousmane Mey. En la fotografía el nuevo obispo de Yagoua, monseñor Tumí es presentado a  sus diocesanos por monseñor Zoa, arzobispo de Yaoundé, que presidió la celebración y monseñor Yves Plumey, obispo de Garoua.



 La diócesis de Yagoua en 1980 tenía casi medio millón de habitantes, pero solo 12.138 católicos, es decir el 2,7% de la población. Había 22 parroquias en una extensión de 22.062 Km. cuadrados con 27 sacerdotes, casi todos religiosos extranjeros, y solo un sacerdote camerunés de la región que estaba estudiando en Roma. Las diócesis vecinas de Maroua, Garoua, y Pala en el Chad estaban en una situación parecida. Por eso no es de extrañar que en la foto procesional de la salida del clero de la catedral la gran mayoría de los sacerdotes fuéramos blancos, misioneros del extranjero. Hoy día 36 años después la situación es completamente a la inversa. Hay unos 160.000 católicos en la diócesis, y 47 sacerdotes la gran mayoría nativos.

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