lunes, 30 de abril de 2012

Al salir el sol...

Nos dice el evangelio de san Marcos:
"Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro...
Entraron en el sepulcro y vieron un joven sentado a la derecha, vestido de blanco.
Y se asustaron. Él les dijo: No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado."

El 10 de abril de 1977 era domingo de Pascua de la Resurrección del Señor, hacía ya un año que estaba al frente de la misión de Gobó, y terminábamos la Semana Santa con la gran Vigilia Pascual celebrada en la aldea de Dom Pya. Fue una larga y alegre celebración, primero la hoguera en medio de la obscuridad de la noche, luego los diferentes relatos del Antiguo Testamento, todos ellos proclamados de memoria, como era lo normal en un pueblo de tradición oral, luego la bendición del agua y los bautizos de un buen grupo de jóvenes y adultos y finalmente la Eucaristía en medio de la noche alumbrados por unas pequeñas lámparas de petróleo y por la claridad de la luna llena.
A media noche siguió la fiesta, con danzas a ritmo del tam tam. Ya bien entrada la noche entré en una choza para dormir un poco. Y antes de salir el sol ya estábamos de nuevo de pie para acercarnos a la capilla y celebrar la Eucaristía con los nuevos neófitos vestidos de blanco y que durante todos los domingos de Pascua, y no solo el domingo "in albis", llevarían puesto como símbolo de la nueva vida cristiana recibida con las aguas del bautismo.
Por cierto en primer plano de la fotografía vemos la campana de la iglesia, un trozo de metal colgado de un árbol.

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