miércoles, 13 de agosto de 2014

¡Nasara, nasara!

¡Cuántas veces escuché esa frase en el Camerún a mi paso por las ciudades y pueblos donde no me conocían! Desde el primer día de mi llegada a la ciudad de Maroua, en el norte del Camerún en 1975 hasta el día que dejé África en 1981. Al principio creí que simplemente significaba blanco, y era una forma de llamar al blanco fuera este misionero, comerciante o turista. Pero luego me explicaron el verdadero sentido. Nasara en lengua fufuldé estaba tomada del árabe y quiere decir cristiano, o mejor dicho nazareno, y es el término con el que los musulmanes se dirigen a los cristianos, es decir a los seguidores de Jesús el Nazareno.
Cuando estos días esta palabra ha salido en los medios de comunicación social, debido a la persecución, matanza y exterminio de los cristianos en Siria,  Irak y otros países árabes por parte de los islamistas intolerantes que quieren crear un nuevo califato mundial, yo, como miles de personas en las redes sociales, tengo que reivindicar y proclamar, sí soy nasara, soy seguidor del Nazareno, del Jesús de Nazaret, el Dios hecho hombre que nos trajo un mensaje de amor, de paz, y de salvación para todos los hombres.

No hay comentarios: