martes, 20 de enero de 2009

Visita al Chad

Pocos días después de mi llegada a Gobó decidí ir a conocer algunas misiones del Chad de lengua Musey. Pues la gran mayor parte de los Museys viven en el Chad. En el Camerún son una minoría y Gobó es la única misión donde habitan los Museys. Los Museys del Chad ocupan la provincia del Mayo Kebi, y allí había varias misiones llevadas por los padres Oblatos de María Inmaculada, y por las misioneras de la Sagrada Familia de Bordeaux. El P. Fernando Corazón, que estaba en Djougounta conocía a unas misioneras españolas de la Sagrada Familia que trabajaban allí, y decidimos hacer el viaje; también nos acompañó Teresa Acarregui, misionera seglar que llevaba el dispensario de la misión de Djougounta. Nuestras misiones estaban en el llamado "bec du canard", pico de pato, en el norte del Camerún, que se adentra en el Chad. Muy cerca de la frontera, pero sin ningún tipo de carreteras. Así que siguiendo unos pequeños senderos que la gente recorría a pie, o como mucho en bicicleta, nos fuímos adentrando en el país vecino. Después de varios kilómetros de viaje nos encontramos con una ruta de tierra, que nos llevaría a Tagal, una de las misiones donde estaban dos hermanas españolas de la Sagrada Familia. Allí nos acogieron con gran alegría y contaron su vida de trabajo misionero entre los Museys. Nos enseñaron las pocas dependencias de la misión, y la iglesia al aire libre, que vemos en la fotografía, aprovechando la sombra de un gran árbol. También visitamos la misión de Gounu-Gan y de Gounou-Gaya, que era la más importante de la región Musey, y donde los misioneros que conocían la lengua local habían hecho unos catecismos y traducido los Evangelios. Tres años después de esta visita, en 1979, la gran misión de Gounou-Gaya, fue arrasada por la guerra. Las misioneras tuvieron que irse por causa de los bombardeos, y la gente se llevó todo lo que pudo del hospital, las escuelas y las casas de las misioneras. Treinta años después de esos acontecimientos el Chad sigue siendo inestable, no hay paz. La causa como siempre es la ambición del poder y de controlar los yacimientos petrolíferos y recursos mineros.

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