sábado, 22 de junio de 2013
Misa en la aldea
Hay un canto para la Eucaristía que dice: "Junto a tí al caer de la tarde, y cansados de nuestra labor, te ofrecemos con todos los hombres, el trabajo, el descanso, el amor"... Esta fotografía, (aunque de mala calidad por falta de flash y haberse puesto el sol), de una Misa celebrada en la aldea de Dom Tchantoko, después de un día de trabajo en el campo, me hace recordar dicha canción. Como se puede ver más sencillez imposible. La iglesia, asamblea de fieles, del pueblo de Dios, hombres y mujeres del campo, que tras su trabajo, después de un día de sol, fatigas y sudores, se reúnen al aire libre y teniendo por asiento la tierra del suelo, para escuchar la Palabra de Dios y celebrar la Eucaristía. Ni siquiera tenían una pequeña mesa que nos sirviera de altar, así que simplemente tuvimos que usar dos morteros para moler el mijo que utilizan las mujeres, uno como ambón para el libro de la Palabra de Dios, y el otro para colocar la maleta-capilla en la que el misionero lleva lo esencial para la celebración de la Eucaristía, y que utilizamos como altar. En medio de esa pobreza y sencillez, escuchábamos el mismo Evangelio que en cualquier otra iglesia en el mundo, y el mismo Jesucristo se hacía presente en medio de su pueblo, y participábamos de la misma comunión. A los que tan fácilmente critican a la Iglesia por sus riquezas, me gustaría que vieran cómo la Iglesia está con los pobres, vive con ellos y les lleva el mensaje de esperanza y salvación.
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