Estando en la aldea de Don Tchandoung ví por primera vez arar la tierra con una yunta de bueyes a los Museys, pues la inmensa mayoría de ellos seguían cultivando y trabajando la tierra con la azada de mano, para ellos todavía no había llegado el arado romano. Pero debido a la introducción del cultivo del algodón en la región del norte de Camerún y a los técnicos de la empresa Sodecotón, algunas personas más decididas y con más medios económicos comenzaron a utilizar los bueyes y el arado para arar sus tierras, haciendo posible el cultivo de más terreno, con menos esfuerzo y más rapidez. Estas eran unas de las primeras yuntas de bueyes uncidas al arado en aquellas tierras en 1977, espero que hoy día no sólo haya muchos agricultores que utilicen el arado y los bueyes, sino que incluso exista por aquellas queridas tierras tractores y maquinarias agrícolas para una mayor y mejor producción y desarrollo del país.
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