En una entrada anterior ya escribí sobre la vivienda Musey pero no hablé sobre un lugar importante y central de la vivienda que podemos llamar el cobertizo o si prefieren el recibidor, vestíbulo, soportal, pórtico, galería, porche, antesala o zaguán. Consiste esa estancia de la vivienda musey en un lugar de acogida y de reposo tanto para las personas que llegan como para los habitantes del recinto familiar. Es una sencilla construcción de unos troncos de árboles sobre los que se coloca el seko, estera de paja para el sombrajo, y debajo del cual hay una especie de cama hecha de troncos de árboles que sirve de asiento para varias personas e incluso de cama para dormir cuando el calor aprieta y el interior de las casas se convierte en un horno de fuego. Está situado en medio del corral y cerca de la entrada a la vivienda familiar, pues es el lugar donde se recibe al que viene de fuera, se le ofrece el agua para refrescarse y se pasa el tiempo en una entretenida conversación. Durante el día es el lugar más apreciado de la vivienda, y sobretodo cuando el calor aprieta, pues es el lugar más aireado y a la sombra, y donde se reúne la gente para hablar de mil cosas. Cuando cae la noche, a la luz de la luna, o cerca del fuego es el lugar de reunión, de la charla, de contar historias, cuentos, adivinanzas o proverbios, es la escuela familiar donde se transmite oralmente de padres a hijos la historia y cultura del pueblo musey.
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